La niñez y la industria hotelera en México

La niñez y la industria hotelera en México

La niñez y la industria hotelera en México

La industria hotelera tiene un gran potencial para influir positivamente en los derechos de los niños, niñas y adolescentes en México. Genera empleos, particularmente para las mujeres y trabajadores migrantes. Puede ofrecer oportunidades y acelerar el desarrollo profesional de los jóvenes y de las personas sin experiencia. Es capaz de expandir la fuente local de productos y servicios para lograr una economía inclusiva. Puede promover e implementar prácticas que permitan combatir, tanto en grandes empresas como en el resto del sector turístico, contra la explotación sexual infantil. Sin embargo, el impacto positivo más importante que esta industria puede tener en los retos sociales y de desarrollo más urgentes de nuestros tiempos, es promover y buscar garantizar que los derechos humanos, de las niñas y de los niños se respeten por completo a lo largo de sus operaciones y cadenas de valor.

Desde la creación de los Principios Rectores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2011, y su corolario, los Principios Empresariales y Derechos del Niño, la expectativa es que las empresas identifiquen, de forma proactiva, los impactos negativos que tienen tanto sus negocios como sus cadenas de valor, y que se encarguen de corregir estos impactos cuando se identifiquen. Para el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (United Nations Children’s Fund, UNICEF), es de suma importancia que las voces de las niñas los niños, los adolescentes y de sus padres o tutores formen parte del proceso de la “diligencia debida en derechos humanos”, para que las empresas puedan comprender la forma en la que afectan sus vidas, tanto directa como indirectamente.

Para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y alcanzar los derechos y bienestar de cada niño, cada sector de la sociedad público, privado y civil, debe sumarse al esfuerzo. Con el turismo sustentable al que se hace referencia en tres objetivos diferentes diferentes de los ODS, la industria hotelera tiene ahora la oportunidad de ocupar un lugar central en los esfuerzos por garantizar los derechos del niño y demostrar liderazgo al asumir la responsabilidad de sus impactos sobre los colaboradores y sus familias, los clientes y las comunidades locales.

La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró al 2017 como el Año Internacional del Turismo Sustentable para el Desarrollo, por lo que ahora es más importante que nunca que la industria hotelera determine las formas en las que sus operaciones y sus cadenas de valor influyen en los niños y la forma en la que pueden disminuir sus impactos negativos y mejorar sus impactos positivos. El objetivo de este reporte es servir de guía para que la industria hotelera desarrolle prácticas adecuadas para mejor respetar y proteger los derechos de las niñas, niños y adolescentes en el sector de los viajes y el turismo.

Tras una extensa etapa de revisión documental sobre los problemas de los derechos de los niños en la industria hotelera en México, UNICEF realizó una investigación cualitativa, en campo. Esta investigación incluyó entrevistas y grupos focales con más de 300 colaboradores en hoteles, en tres diferentes destinos en México (Ciudad de México, Cancún y Puerto Vallarta), así como entrevistas con más de 50 niños potencialmente afectados, y con más de 80 expertos internacionales, nacionales y locales. Se agruparon los impactos en niños, niñas y adolescentes en las siguientes categorías:

  • Trabajo digno para padres y tutores
  • Trabajo y explotación sexual infantil
  • Comunidad y medio ambiente

1. TRABAJO DIGNO PARA PADRES Y TUTORES

1.1 Horas y horarios

La mayoría de los colaboradores de hoteles tienen turnos rotativos, esto significa que sus turnos cambian entre trabajar en la mañana, la tarde o la noche, semanal o mensualmente. A los padres y madres que trabajan en turnos nocturnos y los fines de semana les es difícil pasar tiempo suficiente y de calidad con sus hijos y parejas. El reto de los padres que trabajan en México se agrava por la falta de guarderías asequibles o accesibles y por los horarios escolares cortos.

Como resultado de esto, comúnmente los padres que trabajan dejan a sus hijos en edad escolar sin supervisión hasta que ellos regresan del trabajo, esto aumenta el riesgo de que los niños sufran lesiones, violencia y abandono.

UNICEF recomienda que los hoteles ofrezcan horarios regulares y más flexibilidad de permisos a los padres y madres que trabajan para poder satisfacer las necesidades de sus familias. Además, el Gobierno, junto con el apoyo de la industria turística, debería mapear las necesidades de cuidado de los hijos de los padres y madres que trabajan y ampliar el acceso a espacios de cuidado infantil donde se requiera.

1.2 Salarios

Hoy día, un gran número de colaboradores de hoteles en México (por ejemplo, camaristas, meseros y botones) gana el salario mínimo o un sueldo cercano al salario mínimo. Sin embargo, con un salario mínimo que en México está por debajo de la línea de pobreza, estos colaboradores de hoteles no obtienen un ingreso suficiente para cubrir sus necesidades básicas aun teniendo un trabajo de tiempo completo, y aquellos que tienen hijos que mantener, son todavía más propensos a batallar para que el dinero alcance. Algo que agrava este tema es el abuso, en contradicción con la ley, que los actores de la industria hotelera hacen de la práctica de “tiempo por tiempo”, según la cual los colaboradores necesitan trabajar tiempo extra durante la temporada alta o días de mucha carga operativa y reciben los días de descanso que les corresponden cuando las actividades del hotel lo permiten, de esta forma evitan pagar las tarifas por tiempo extra como lo estipula la ley. Frecuentemente estos días no se recuperan.

El impacto que tiene el bajo salario de los padres en sus hijos suele significar que no tienen acceso a una educación adecuada, a una vivienda segura y decente, a atención y tratamiento médico, y a una correcta y sana nutrición. Puede, en algunos casos, contribuir a que los niños, niñas y adolescentes tengan que contemplar la necesidad de trabajar para complementar el ingreso familiar.

UNICEF recomienda que los hoteles evalúen la posibilidad de ajustar los niveles de sueldo con la línea de bienestar de CONEVAL y garanticen que todas las horas trabajadas sean registradas y se paguen exactamente como lo estipula la ley.

1.3 Contratos

Durante la elaboración de este reporte se encontró que los hoteles en México explotan un vacío legal de la Ley Federal del Trabajo que permite contratos temporales para “trabajos por temporada”. En la práctica, muchos colaboradores de hoteles con contratos temporales terminan trabajando todo el año sin la estabilidad, predictibilidad ni prestaciones (seguridad en el trabajo, seguro social, derecho a pensión y prestaciones para la vivienda) que se ofrecen a los colaboradores permanentes. Esto debilita el derecho de los colaboradores a tener un nivel de vida adecuado, para ellos y sus familias.

UNICEF recomienda que los hoteles garanticen que únicamente se utilicen contratos temporales para el trabajo que realmente sea temporal y evalúen de fondo el costo-beneficio de despedir y recontratar a una parte de la plantilla cada temporada. La responsabilidad del Gobierno es terminar con el vacío legal que permite estas prácticas.

1.4 El apoyo para el cuidado de maternidad, lactancia y desarrollo infantil temprano

Las mujeres embarazadas o madres lactantes enfrentan muchos retos en términos de discriminación. Se sabe que los patrones en México piden a sus colaboradoras hacerse pruebas de embarazo, lo cual la Ley prohibe. Los hoteles no son la excepción: las y los entrevistados declaran que esto ha ocurrido en varios hoteles en los que han trabajado. Las madres lactantes a menudo se enfrentan a muchas dificultades para poder continuar la lactancia una vez que regresan a trabajar. Los patrones de los hoteles raramente ofrecen un espacio seguro y cómodo para que las madres den pecho o se puedan extraer su leche.

UNICEF recomienda que, en línea con la Ley, los hoteles en México dejen de aplicar pruebas de embarazo a las candidatas al empleo y recomienda que se implementen las recomendaciones de la Guía Práctica de Lactancia Materna en el Lugar de Trabajo.

2. TRABAJO INFANTIL Y EXPLOTACIÓN SEXUAL INFANTIL

Esta investigación encontró que, si bien los grandes hoteles de México parecen haber eliminado el trabajo infantil dentro de sus operaciones, la práctica continúa dentro de la economía informal y en las amplias cadenas de suministro del sector. Hay un gran riesgo de que los hoteles se vinculen con el trabajo infantil debido a sus cadenas de suministro de agricultura y construcción. Por otra parte, en los destinos turísticos populares, las familias pobres pueden ver la llegada de turistas ricos como una oportunidad para complementar el ingreso familiar al poner a los niños y a las niñas a vender productos cerca de los hoteles o mendigar. A lo largo de esta investigación, se observaron niños pequeños vendiendo en la playa y paseando enfrente de bares y restaurantes en Puerto Vallarta y Cancún.

Para los adolescentes y jóvenes, en particular los más marginados que no se pueden adaptar o insertar en el sistema educativo tradicional, los hoteles podrían ayudar a alejarlos del trabajo informal u otras actividades delincuentes, ofreciéndoles oportunidades de trabajo formativo y vocacional. A pesar de esto, las grandes cadenas de hoteles que operan en México no suelen reclutar a personas entre los 15 y los 17 años de edad.

UNICEF recomienda que la industria turística en México se involucre en los Sistemas de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, y que utilice su influencia con las autoridades gubernamentales para abogar por una mayor inversión en estos Sistemas de Protección, pero también en guarderías, escuelas y otros servicios sociales de primera necesidad. Los hoteles también pueden contribuir a las iniciativas ya existentes que se enfocan en abordar casos inmediatos y las causas de origen del trabajo infantil. El personal de compras del hotel debería tener capacitación para identificar este tipo de actividades en los niños, niñas y adolescentes y lo que se debe hacer si se encontrara un caso. Los hoteles también deberían considerar trabajar en conjunto con las escuelas locales, escuelas técnicas y organizaciones no gubernamentales para expandir las ofertas de capacitación vocacional para jóvenes de entre 15 y 17 años, especialmente para los más vulnerables o marginados. El Gobierno debe garantizar inspecciones continuas en cuanto a trabajo infantil y discriminación a jóvenes trabajadores, y hacer que se cumpla la ley del trabajo en esta industria.

Con respecto a la explotación sexual infantil en el contexto de viajes y turismo, esta investigación encontró que las grandes cadenas de hoteles en México parecen controlar el riesgo de que estas prácticas se lleven a cabo dentro de sus propiedades. Se sugiere que a industria turística en general adopte instrumentos de prevención y erradicación de la explotación sexual infantil como el Código de Conducta Nacional para la protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes en el sector de los viajes y el turismo desarrollado por la SECTUR. El reto ahora es atraer a otros actores dentro del sector de viajes y turismo y cadenas de valor, tales como taxis, hoteles pequeños e independientes y operadores turísticos para que construyan una red sólida que se enfoque en erradicar la explotación sexual infantil.

3. LA COMUNIDAD Y EL MEDIO AMBIENTE

La migración interna y externa que conlleva el desarrollo turístico, particularmente en las costas de México, ha aumentado las necesidades de servicios básicos e infraestructura social como vivienda, escuelas, agua, saneamiento y centros de salud. A esta falta de acceso a dichos servicios se suma la inflación de los precios en muchas zonas turísticas.

El desarrollo de zonas hoteleras a lo largo de las costas mexicanas ha resultado en la privatización de áreas públicas como playas, aun cuando la Constitución mexicana estipula que son propiedad pública. Esto debilita la capacidad de la comunidad de disfrutar las playas (incluido el derecho a jugar de los niños) y también afecta de forma negativa su capacidad de ganarse la vida con la pesca.

UNICEF recomienda que la industria hotelera luche, junto con las autoridades de los tres niveles de Gobierno, para que se fortalezca la provisión existente de servicios sociales para los niños y para que se invierta adecuadamente en planes de desarrollo de zonas turísticas para así garantizar el acceso integral de los niños, niñas y adolescentes a sus derechos. Claramente, el tema de la privatización de las playas se debe abordar y los guardias de seguridad deberán recibir capacitación sobre el derecho de las personas al acceso a las playas y al mar.

Leer más aquí.

Read more here.